La procalcitonina (PCT) es precursor de la calcitonina compuesta por 116 aminoácidos y tiene un peso molecular de 14 kDa. Su producción está codificada por el gen de la calcitonina I (CALC-I) en el cromosoma 11, y fue descrita como una sustancia biológicamente activa por Le Moullec y colaboradores en 1984. La PCT se produce principalmente en las células C de la glándula tiroides.
En primer lugar, las células C tiroideas sintetizan preprocalcitonina y las endopeptidasas cortan la secuencia señal de 25 aminoácidos para convertirla en PCT. Luego se convierte en calcitonina mediante la enzima convertidora de la prohormona. En condiciones fisiológicas normales, la expresión del gen CALC-I fuera de la tiroides se inhibe en ausencia de infección, por lo tanto, la concentración sérica de PCT normal es baja generalmente <0,05 ng/mL.
Endotoxinas como el lipopolisacárido (LPS) liberado por las bacterias y las citoquinas que son estimuladas por la infección bacteriana, pueden inducir la expresión de CALC-I en órganos extratiroideos tales como el hígado, el páncreas, los riñones, los pulmones, el intestino y los leucocitos, lo que lleva a un fuerte aumento de niveles de PCT que pueden elevarse de 100 a 1000 veces, especialmente, en pacientes con infecciones bacterianas graves o sepsis. En la circulación sistémica, la vida media de PCT es de 25 a 30 h, que es bastante larga.
El nivel sérico de PCT disminuye con el control de la infección. Por esta razón, es un biomarcador que puede indicar la gravedad de las infecciones bacterianas y juega un papel importante en el diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas, el seguimiento y la orientación en la toma de decisiones clínicas. Por el contrario, las citoquinas liberadas después de una infección viral regulan a la baja la producción de PCT, lo que conduce a un aumento mínimo o nulo de los niveles séricos de PCT.
Los niveles de PCT se ven mínimamente afectados por el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica inducido por virus (SIRS). Por ejemplo, un ligero aumento (valores <0.5 ng/mL) en los niveles de PCT se encuentra comúnmente en pacientes con síndrome respiratorio agudo por coronavirus 2-SARS-CoV-2-) positivos en comparación con pacientes negativos o no evaluados [5], lo que hace que la PCT sea un valioso biomarcador para distinguir esta infección viral de las infecciones bacterianas y la medición seriada puede desempeñar un papel para predecir la evolución hacia una forma más grave de la enfermedad.
Además, las reacciones inflamatorias no infecciosas, las enfermedades autoinmunes y los trastornos alérgicos no aumentan los niveles séricos de PCT o sólo los aumentan levemente, lo que significa que la PCT puede ayudar a distinguir estas enfermedades de las infecciones bacterianas [9].
Los niveles de PCT están influenciados por muchos factores, y los niveles séricos altos de PCT se asocian con insuficiencia renal grave e insuficiencia cardíaca congestiva, reacciones inflamatorias sistémicas como lesiones por inhalación, pancreatitis, lesiones por quemaduras, traumatismos graves, cirugía y shock circulatorio, y diversos tipos de cáncer como el de células pulmonares, bronquial y carcinoma de células medulares de la glándula tiroides [5,11].
Por otro lado, las infecciones localizadas como la mediastinitis, el empiema, los abscesos y la neumonía atípica pueden dar lugar a reducciones falsas de la PCT sérica [5,11]. La terapia inmunosupresora no afecta los niveles de PCT [4]. En la última década, numerosos estudios han tenido como objetivo explicar la utilidad clínica de la PCT.
La procalcitonina se ha utilizado en Europa durante muchos años y también fue aprobada para su uso en los Estados Unidos por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) como ayuda para el diagnóstico de la sepsis en 2005. También obtuvo una indicación de la FDA en 2016 para uso en la evaluación y progresión de la sepsis y su riesgo de mortalidad a los 28 días. Existen varios ensayos de procalcitonina diferentes, pero todos demuestran una buena concordancia en los puntos de corte clínicamente relevantes [9].
Para la determinación de PCT existen diversas metodologías que van desde pruebas de cuidado cercano al paciente por inmunocromatografías semi y cuantitativas hasta inmunoensayos sensibles por quimioluminiscencia. Esto ha facilitado la disponibilidad permanente de la prueba para mejor oportunidad en el diagnóstico de infecciones severas bacterianas e incluso parasitarias como la malaria y manejo de la sepsis.
La Procalcitonina (PCT) está incluida en las guías internacionales de manejo de sepsis por su buen rendimiento para sepsis o shock séptico, en pacientes adultos y no gestantes principalmente y es una guía para el manejo de la antibioterapia.
Valores de referencia, aunque la diversidad de pruebas para PCT están en aumento la mayoría y las más reconocidas utilizan en general puntos de corte semejantes entorno al proceso infeccioso
< 0.05 ng/mL Adulto sano
0.05 – <0.5 ng/mL infección sistémica poco probable, aunque es posible infección localizada
0.5 – <2 ng/mL La infección sistémica es posible, pero también estos valores pueden presentarse por otras afecciones (por ejemplo, traumatismo mayor, cirugía reciente, shock cardiogénico severo) y pueden ocasionar incrementos significativos de PCT.
2 – <10 ng/mL Probable Infección Sistémica
≥ 10 Alta probabilidad de sepsis bacteriana grave o shock séptico
Vélez Lab tiene disponibles opciones para el procesamiento de muestras por inmunocrotagroafía de flujo lateral y en las plataformas de ensayos quimioluminiscentes PATHFAST y MAGLUMI
Bibliografía